Este proyecto captura la esencia de la vida costera, fusionando el lujo relajado con un diseño contemporáneo y funcional. Cada espacio ha sido diseñado para aprovechar al máximo la luz natural y las vistas al mar, creando una conexión fluida entre el interior y el entorno exterior.
La paleta de colores está inspirada en el paisaje natural, con tonos suaves de arena, blanco y azul que aportan una sensación de serenidad. Los materiales seleccionados, como madera, piedra natural y tejidos orgánicos, refuerzan el ambiente costero y aportan textura y calidez al espacio.
La integración de espacios abiertos permite una transición sin esfuerzo entre las zonas interiores y exteriores.
Esta casa en la playa es un santuario que combina estilo y confort, ofreciendo un refugio elegante para desconectar y disfrutar de la vida junto al océano.